Para un buen mantenimiento, conviene:
- Hidratarlas, ya que están compuestas en un 2% de agua
- Usarlas con regularidad
- Si las perlas se conservan en una joyero o lugar seco, tener la precaución de poner un vaso de agua al lado y sacarlas de vez en cuando
- Limpiarlas con un paño suave o una esponja ligeramente humedecida con agua (también sirve un paño de microfibra para gafas)
Debemos evitar:
- El contacto con ácidos y productos químicos (perfumes, cosméticos, sudor, agua clorada, etc.)
- Dejarlas en un armario, las perlas necesitan una exposición mínima a la luz
- Guardarlas cerca de una fuente de calor o bajo luz solar directa
- Meterlas en un joyero o lucirlas con otras joyas más duras (piedras, metal, etc.) que podrían rayarlas
- Limpiarlas con productos específicos para oro o plata
- No es necesario utilizar aceites para hidratarlas